AL AÑO, MÁS DE 350 NIÑOS RECIBEN TRANSFUSIONES EN EL HOSPITAL INFANTIL UNIVERSITARIO DE SAN JOSÉ
En promedio, 80 transfusiones
mensuales permiten a niños del Hospital Infantil Universitario de San José
continuar sus tratamientos, especialmente en oncología pediátrica.
Cada mes, el hospital atiende en promedio a 507 niños hospitalizados, de los cuales al menos 30 requieren transfusiones para estabilizarse, continuar sus tratamientos o enfrentar procedimientos médicos complejos. Según datos del banco de sangre, en el servicio de pediatría se transfunden aproximadamente 80 unidades mensuales de glóbulos rojos, plasma y plaquetas.
“Una sola donación
puede beneficiar hasta a cuatro niños. Es un gesto de solidaridad irremplazable
que solo puede provenir de otras personas”, señala Margarita Hinojosa,
bacterióloga del banco de sangre del Hospital Infantil Universitario de San
José.
La necesidad de
hemocomponentes es especialmente alta en oncología pediátrica, donde tratamientos
como la quimioterapia afectan la médula ósea y reducen significativamente la
producción natural de células sanguíneas. En estos casos, las plaquetas son
esenciales para prevenir hemorragias y asegurar la continuidad del tratamiento.
No obstante, la
institución enfrenta un reto constante: la escasez de donantes voluntarios.
Aunque el banco de sangre trabaja para mantener sus reservas, en varias
ocasiones la demanda supera la disponibilidad, lo que obliga a recurrir a
donantes dirigidos o a reprogramar procedimientos hasta contar con las unidades
necesarias. Aumentar la frecuencia de donación en la población permitiría
garantizar la atención oportuna de más niños en estado crítico.
Este panorama se
presenta incluso en un contexto nacional de avance. Según el Ministerio de
Salud, en el primer semestre de 2024 se recibieron más de 425.000 donaciones de
sangre en Colombia, y la participación voluntaria alcanzó el 94%, frente al 55%
registrado en 2004. Sin embargo, la alta demanda —con 606.892 transfusiones
realizadas a 158.446 pacientes solo en ese período— evidencia que el sistema
aún requiere del compromiso constante de la ciudadanía para responder a las
necesidades clínicas del país, especialmente en instituciones pediátricas de
alta complejidad como el Hospital Infantil Universitario de San José.
Además, el hospital
busca derribar mitos que todavía alejan a potenciales donantes. Donar sangre no
engorda, no debilita ni representa un riesgo para la salud. Por el contrario,
puede contribuir a la renovación de las células sanguíneas y se ha asociado con
beneficios cardiovasculares. Se trata de un procedimiento ágil, seguro y
realizado por personal capacitado.
Los requisitos para
donar son sencillos: tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilos, estar en
buen estado de salud y no haber tenido enfermedades infecciosas recientes. La
donación dura entre 30 y 45 minutos y puede repetirse varias veces al año.
El Hospital Infantil
Universitario de San José reconoce el compromiso de quienes donan sangre de
manera regular y extiende una invitación a toda la ciudadanía a sumarse a este
acto solidario. La sangre donada puede marcar la diferencia en la vida de un
niño que enfrenta una situación crítica.
Más de 350 menores al
año se han beneficiado gracias a este gesto generoso. Hoy, muchos otros siguen
a la espera de una transfusión. Donar sangre es un acto solidario y
transformador que salva vidas todos los días, y cuya importancia sigue siendo
fundamental para garantizar tratamientos oportunos en contextos de alta complejidad.
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