HIPERACTIVIDAD Y ALTERACIONES DEL SUEÑO: LOS EFECTOS DEL EXCESO DE DULCES EN NIÑOS DURANTE HALLOWEEN
● En esta temporada aumentan en un 30 % las atenciones pediátricas por consumo excesivo o adulterado de dulces, según el Instituto Nacional de Salud (INS).
Según el Boletín Epidemiológico del INS (Instituto Nacional de Salud) en la semana 44 del 2024, durante la semana de Halloween, se registró un aumento de cerca del 30 % en las atenciones pediátricas por intoxicaciones en población infantil.
La doctora Olga Melo, especialista en toxicología clínica del Hospital Infantil Universitario de San José, explica que cuando los niños ingieren grandes cantidades de azúcar en poco tiempo, el organismo experimenta un aumento brusco de glucosa que desencadena una liberación masiva de insulina. “Esto puede generar inicialmente euforia y energía, pero luego aparece irritabilidad, cansancio y, en algunos casos, pérdida de conciencia. También pueden presentarse malestares digestivos como náuseas, vómito o dolor abdominal”, señaló.
Además de los efectos metabólicos, el exceso de dulces estimula el sistema nervioso, haciendo que los niños estén más activos, inquietos y con dificultad para dormir. Incluso algunos productos, como los que contienen chocolate oscuro, pueden tener cafeína, que también interfiere con el sueño.
La doctora Melo también advierte que el riesgo aumenta cuando los dulces son adulterados con sustancias nocivas, una situación que se ha presentado en los últimos años. “En estos casos, los síntomas pueden ser más graves: vómito persistente, diarrea, convulsiones, alteraciones en el comportamiento o somnolencia extrema. Por eso es fundamental revisar el empaque, las etiquetas y evitar productos de origen desconocido”.
La supervisión de los padres es clave para reducir riesgos. Se recomienda evitar productos sin etiqueta clara o sin empaque original, y desconfiar de dulces caseros o de procedencia dudosa. Aunque los dulces industrializados cumplen con regulaciones, algunos casos recientes de adulteración han revelado la presencia de sustancias como THC, exceso de cafeína, alcohol, metales pesados como plomo y colorantes no aprobados, que representan un peligro real para la vida de los niños.
Los signos de alerta que deben reconocer los padres incluyen náuseas recurrentes, dificultad para respirar, convulsiones, somnolencia extrema o agitación inusual, pupilas dilatadas o contraídas y pérdida de coordinación o fuerza. Ante cualquiera de estos síntomas, la recomendación es consultar de inmediato al pediatra o acudir a un servicio de salud.
Más allá de Halloween, los especialistas resaltan que el consumo habitual y sin control de dulces está asociado con obesidad infantil, caries dental, resistencia a la insulina y mayor riesgo de diabetes tipo 2. También influye en la construcción de hábitos poco saludables y en una relación inadecuada con la comida desde edades tempranas, lo que se convierte en un factor de riesgo para la salud pública.
¿Cómo tener un Halloween seguro?
El Hospital Infantil Universitario de San José recuerda que la prevención es la mejor herramienta. Para un Halloween seguro aconseja:
● Acompañar siempre a los niños durante la recolección de dulces.
● Revisar y seleccionar cuidadosamente los dulces antes de consumirlos.
● Establecer un límite razonable para el consumo de golosinas.
● Ofrecer alimentos nutritivos antes de salir a pedir dulces, para reducir la ingesta excesiva.
● Incentivar que los niños compartan sus dulces en lugar de consumirlos todos.
● Priorizar la diversión, el disfraz y el juego por encima del azúcar.
● Evitar productos sin etiquetas o de origen dudoso.
● Consultar a un médico en caso de síntomas sospechosos.
Con el aumento de reportes de dulces adulterados y los riesgos comprobados del azúcar en la salud infantil, El Hospital advierte que, sin una adecuada supervisión adulta, Halloween puede convertirse en un foco de emergencias pediátricas. El impacto inmediato sobre el comportamiento y el sueño, sumado a los riesgos metabólicos a largo plazo, convierte esta celebración en un tema de salud pública.
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